LITERATURA LATINA: EPIGRAMA

Se puede definir como composición poética en dísticos elegíacos que se caracteriza por ser breve, conciso, ingenioso y variado. Originariamente, en el mundo literario griego , el epigrama era un inscripción en verso sobre piedra o sobre algún objeto que poseía una finalidad votiva o funeraria. El metro característico era el dístico elegíaco. A partir del S.IV a.C. aparecen en Grecia epigrama de contenido sentencioso, erótico, descriptivo o simposíaco. En la época alejandrina el gusto por la brevedad hizo de esta composición el metro perfecto para el ingenio y la agudeza averbal.

En la literatura latina, la producción de epigramas se inicia a finales del S. II a.C con los poetas neotéricos, que se sirvieron de estas composiciones tanto para expresar su pasión amoroso como para atacar a sus enemigos, con un tono agresivo y un lenguaje en ocasiones obsceno.

A partir del S. I d.C. este epigrama agresivo , de tono festivo e ingenioso, apropiado para la crítica personal o social y de grandes concomitancias con el género satírico, prevaleció sobre el de tipo amoroso. El escritor que le dio su forma definitiva como composición breve , mordaz e ingeniosa, y que serviría de modelo a los autores de los siglos posteriores fue Marcial.

Principales autores y obras
Catulo (84-54 a.C.). Es el primero que ofrece un número relevante de epigramas de tipo erótico y satírico en dísticos elegíacos. Es fogoso en el epigrama erótico y agresivo y constante en el satírico.

Pero el verdadero maestro del epigrama es Marco Valerio Marcial (40-104 d.C.), de origen hispano, natural de Bilbilis (Calatayud).

Publicó su primera obra, el liber spectaculorum , en el año 80 con motivo de la inauguración del Coliseo. Además de este libro la obra de Marcial está formada por catorce libros de epigramas.

La finalidad fundamentad de su epigramas es la de divertir al lector y para ello hace uso de dos rasgos característicos del género: la obscenidad y el humor. Desde el punto de vista estructural, los epigramas de Marcial suelen constar de dos partes bien diferenciadas: en la primera de ellas se presenta objetivamente un hecho ,mientras que en la segunda , de tipo subjetivo, se ofrece la opinión personal del autor. Destaca en esta parte final la denominada “puntilla” , a menudo el último verso, caracterizada por su concisión y efecto humorístico e ingenioso. Otro rasgo sobresaliente es el realismo. En ellos aparecen minuciosamente descritos todos los sectores sociales de la Roma de la última mitad del S. I d.C.

La lengua empleada por Marcial se caracteriza por la libertad de expresión, rechaza el estilo ampuloso y suele llamar a las cosas por su nombre, usa palabras de doble sentido, sobre todo, en la “puntilla”.